martes, 9 de octubre de 2012

Ecoturismo como modelo de desarrollo

El Turismo ecológico o ecoturismo es una nueva tendencia del Turismo Alternativo diferente al Turismo tradicional. Es un enfoque para las actividades turísticas en el cual se privilegia la sustentabilidad, la preservación, la apreciación del medio (tanto natural como cultural) que acoge y sensibiliza a los viajantes. Aunque existen diferentes interpretaciones, por lo general el turismo ecológico se promueve como un turismo "ético", en el cual también se presume como primordial el bienestar de las poblaciones locales, y tal presunción se refleja en la estructura y funcionamiento de las empresas, grupos y cooperativas que se dedican a ofrecer tal servicio.

Veremos a continuación el Ecoturismo desde la perspectiva de un modelo de desarrollo diferenciado a partir del cual se explique el fenómeno del desarrollo turístico en Costa Rica.
El fenómeno tiene raíces más profundas en un modelo de desarrollo integral que ayudó al crecimiento de la actividad turística: el Ecoturismo.
En los países desarrollados se dio un turismo que podemos definir a partir de un modelo enfocado en la demanda; la base de este modelo supone la adaptación del destino turístico a las características de la demanda actual o potencial.
Costa Rica optó por una vía alternativa de desarrollo totalmente diferente a la expuesta anteriormente. Aquí, por lo contrario, no se diseñan sitios ni polos turísticos, sino que se utilizan los atractivos existentes con el menor grado de modificación posible para crear un producto turístico de corte natural. El motivador de viaje no es la visita y permanencia en un atractivo turístico ajustado artificialmente a las necesidades del turista, sino que responde a la posibilidad que se ofrece al turista de entrar en contacto con algo que es real y que involucra el ambiente, la cultura y la sociedad.
Este modelo de Ecoturismo, resultó más que apropiado para el país, básicamente porque en sus inicios no demandaba grandes inversiones en infraestructura y planta turística ni la necesidad de desarrollar nuevos servicios sólo bastó utilizar toda la riqueza que el país tenía en sus áreas protegidas, en sus comunidades y en la manera de ser del costarricense para articular productos de alta calidad turística. Todo esto se logra con la participación de grupos empresariales que fueron capaces de reconvertir y ajustar el enfoque tradicional de negocio para hacerlo coincidir con esta ruta de desarrollo. A partir de los factores asociados a este modelo que se gestó una imagen turística que le ha valido a Costa Rica el reconocimiento como país líder en el desarrollo del Ecoturismo en el plano mundial.
Ciertamente este modelo no es estático se encuentra en un estado de evolución constante que promueve cambios algunas veces significativos. A diferencia de lo que sucedía en la primera mitad de los noventa, el país está ofreciendo productos turísticos cada vez más elaborados y complejos en los que la inversión, como sinónimo de modificación del entorno natural para ajustarse a las preferencias de un segmento específico de mercado, tiende a ser un factor cada vez más importante (teleféricos, puentes colgantes, actividades deportivas y otros). Aunque, debemos considerar que continuamos diferenciando nuestro producto como natural y no ajustado artificialmente a las expectativas de la demanda.
Debemos reconocer que la industria turística en Costa Rica es una sola y tiene un origen común. Todo el conglomerado de empresas, atractivos e infraestructura se agrupa bajo la imagen de un destino natural en el cual es posible realizar un sinnúmero de actividades que involucran la playa, la montaña, deportes y otros más. El conglomerado es indivisible y en su conjunto debe ser siempre responsable con el ambiente, la cultura y la sociedad, sin importar la actividad específica a la que nos refiramos.
Debemos entonces evitar un distanciamiento de la evolución de nuestra industria turística con el modelo de desarrollo del Ecoturismo, o su reconversión hacia un modelo cada vez más enfocado en la demanda, porque en esa línea perderíamos toda la ventaja que el país ha logrado acumular a lo largo de los años.
El concepto de desarrollo turístico sostenible debe convertirse en una política turística definida en la que se enfatizó que el desarrollo turístico deberá darse contribuyendo efectiva y constructivamente con el bienestar de la sociedad, generando beneficios económicos, protegiendo el ambiente y respetando la cultura de nuestro pueblo, y que el desarrollo sostenible es modelo fundamental para la actividad turística y se considera como factor principal de diferenciación del producto turístico nacional.
En nuestro país, no existe una sola actividad turística que de una u otra manera no esté ligada a la utilización de recursos naturales y culturales como fuentes de atractivos primarios, lo que significa que la sostenibilidad, es una verdadera necesidad para el futuro desarrollo turístico de éste país. Apartarnos de la senda de la sostenibilidad no significaría más que renunciar a ese modelo de desarrollo ecoturístico que puso y mantiene a Costa Rica en el mapa turístico internacional.

Ecoturismo como modelo de desarrollo

Ecoturismo como modelo de desarrollo

El término ecoturismo empezó a usarse hace cerca de treinta años, y ha sido sujeto de gran debate en cuanto a su definición. Actualmente el auténtico ecoturismo representa una opción viable de conservación del patrimonio natural y cultural de los pueblos, fomentando al mismo tiempo la noción de desarrollo económico sustentable.
En 1983, Héctor Ceballos Lascuráin, arquitecto y autor, definió al ecoturismo (o turismo ecológico) como una modalidad de turismo responsable.
¿En qué consiste el ecoturismo?
En viajar por áreas naturales sin perturbarlas, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar tanto sus atractivos naturales (paisajes, flora y fauna silvestres), como las manifestaciones culturales que allí puedan encontrarse.
¿Cómo se distingue el ecoturismo del turismo de naturaleza o el de aventura?
Para ser considerado ecoturismo, éste debe de involucrar:
  • Mínimos impactos al medio ambiente.
  • Participación activa de las comunidades locales.
  • Educación para la conservación.
  • Maximizar la derrama económica en la comunidad.
Al convertirse en un medio de vida que permite cubrir sus necesidades económicas, el ecoturismo educa y fomenta que las comunidades que habitan los sitios con riqueza naturales excepcionales se conviertan en sus más fervientes defensores.